Y entonces vio la luz. La luz que entraba por todas las ventanas de su vida. Vio que el dolor precipitó la huida y entendió que la muerte ya no estaba.
Morir es solo morir. Morir se acaba. Morir es una hoguera fugitiva. Es cruzar una puerta a la deriva y encontrar lo que tanto se buscaba.
Acabar de llorar sin hacer preguntas; ver al amor sin enigmas ni espejos. Tener la luz, la paz y la casa y hallar, dejando los dolores lejos, la noche luminosa tras tanta noche oscura.
escrito en el diario de Grace O'Malley tras rozar la muerte en alta mar,presa de las fiebres, recordando a su padre
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